7 pasos para preparar y ensayar un discurso
Miguel Ángel Ruiz Orbegoso
•PRIMER PASO: DEFINE
CLARAMENTE TU OBJETIVO
Pregúntate:
"¿Qué quiero lograr con mi discurso?"
Una
respuesta concisa a la pregunta "¿Qué quiero lograr con mi discurso?" te simplificará
las cosas y te ayudará a definir claramente lo principal: tu objetivo.
Por ejemplo:
Que el oyente concuerde en reparar la cisterna.
Que el oyente vote por Mary como nueva Presidenta de la Junta.
Que el oyente colabore donando recursos para ayudar a los niños del orfanato.
Que el oyente colabore donando recursos para ayudar a los niños del
orfanato.
•SEGUNDO PASO:
PONLE UN TÍTULO INTERESANTE
Pregúntate:
"¿Qué palabra, frase u oración comunicará la idea de manera fácil de
entender o despertará curiosidad por mi discurso?"
Es mejor que
tu discurso tenga un título que lo identifique claramente, para concentrar tus
ideas en tu objetivo y que te sirva para armar tu argumento alrededor de una
frase que te recuerde constantemente la idea central.
Una
sugerencia práctica para poner un título a tu discurso es combinar tres
elementos: 1) usar la idea central, 2) conectarla con la acción que quieres que
lleven a cabo y 3) usar un verbo en primera persona del singular (hagamos,
apoyemos, nos conviene, cosechemos, brindemos, fortalezcamos, trabajemos,
esforcémonos.
Por ejemplo,
basándonos en cada una de las ideas del Primer paso, ponemos
un título:
"APOYEMOS LA OBRA DEL PUERICULTORIO"
"UNA PRESIDENTA QUE A TODOS NOS CONVIENE"
"COSECHEMOS EL FRUTO DE NUESTRO TRABAJO"
•TERCER PASO:
PREPARA LA CONCLUSIÓN
Pregúntate:
"¿Cómo terminaré mi discurso?"
El final del
discurso es para pedirle al oyente que reflexione sobre lo explicado o que haga
algo al respecto. Tiene dos partes fundamentales: 1) Una solicitud y 2) una
motivación.
Por ejemplo,
la solicitud para los ejemplos en cuestión:
"¡Ayuda(e) a los niños del puericultorio con una modesta
donación!"
"¡Apoya(e) la gestión de Mary como nueva Presidenta de la
Junta!"
"¡Siéntete(ase) motivado a seguir trabajando con dedicación y
empeño!"
Finalmente,
la motivación, es decir, ¿por qué (razón) o para qué (propósito) se
lo pido?:
"¡Para que los ayudes(mos) a convertirse en hombres y mujeres de bien
que sirvan a la comunidad!"
"¡Porque así demostrarás(emos) capacidad y lealtad a favor del interés
social!"
"¡Para que los tuyos(nuestros) estén orgullosos de ti(nosotros) y de
tus(nuestros) esfuerzos por servir!"
•CUARTO PASO:
ORDENA TUS IDEAS LÓGICAMENTE
Pregúntate:
"¿Cómo ordenaré mis ideas?"
Siempre unas
ideas deben ir primero, y otras después. El orden lo determina la fórmula
lógica que utilices. Por ejemplo, estas son cuatro de las fórmulas más
utilizadas por los oradores. 1) De problema a solución, 2) de causas a efectos,
3) por contraste y 4) por combinación de varios estilos de ordenamiento.
Por ejemplo, tomando el tema del orfanato, mira de cuántas formas puedes
ordenar tus ideas:
Fórmula
1
|
PROBLEMA:
Por negligencia, niños están enfermando y perdiendo años de estudio.
|
SOLUCIÓN:
Lo ideal sería proveer y administrar una donación que los
beneficie a corto y largo plazo.
|
Fórmula
2
|
CAUSAS:
Administración deficiente ha causado desperdicio de recursos del gobierno.
|
EFECTOS:
Edifico descuidado, personal inadecuado, niños enfermos, pierden clases.
|
Fórmula
3
|
DESVENTAJA:
Mentes que pueden ser útiles a la sociedad se desperdician por negligencia.
|
VENTAJA:
Niños agradecidos serán autosuficientes y un haber para la comunidad.
|
Fórmula
4
|
(PROBLEMA)
Niños descuidados (CAUSA) por negligencia (DESVENTAJA) se convierten en
recursos humanos desperdiciados.
|
(DESVENTAJA)
La comunidad se perjudica, (EFECTOS) niños se estancan, (SOLUCIÓN) necesitan
donación dosificada.
|
•QUINTO PASO: PREPARA LA INTRODUCCIÓN
Pregúntate:
"¿Cómo les anticiparé de qué les hablaré?" (opcional)
El orden de ideas que definiste en el cuarto paso es exactamente el mismo
que te servirá para presentar un anticipo de lo que les dirás. Este anticipo es
opcional y dependerá de las circunstancias así como del tiempo de que
dispongas.
Fórmula
1
|
En primer
lugar, veremos el problema de...
|
En segundo
lugar, mencionaremos la solución o las opciones más recomendables...
|
Fórmula
2
|
En primer
lugar, veremos cuál fue la causa...
|
En segundo
lugar, analizaremos sus efectos o frutos...
|
Fórmula
3
|
En primer
lugar, veamos las desventajas o inconveniencias...
|
En segundo
lugar, veamos las ventajas y lo que conviene más...
|
Fórmula
4
|
En primer
lugar, veremos el problema, sus causas y desventajas...
|
En segundo
lugar, analizaremos sus desventajas y efectos, y la solución u opciones más
recomendables...
|
Pregúntate:
"¿Cuáles serán mis primeras palabras?"
Prepararás
mejor tus primeras palabras después de haber dado los pasos 1 al 4, porque al
quinto paso tendrás una idea más clara de lo que quieres y cómo conseguirlo.
Con las primeras palabras alcanzarás el propósito de captar la atención de tus
oyentes y despertar su interés en la explicación que presentarás inmediatamente
después.
Las primeras palabras causan un mayor impacto cuando se presentan en forma
de ilustración, ejemplo, caso de la vida real, refrán, declaración directa o
pregunta interesante.
Ejemplo de las primeras palabras del primer caso, los niños del orfanato.
|
"¿Qué
pensaría usted si su hijo estuviera solo en casa y rodará aparatosamente por
las escaleras? ¿Se compadecería de su situación?
Un
huérfano está en una situación emocional similar, porque su vida es como si
hubiera rodado por las escaleras sin alguien que les tienda una mano."
|
Esta es una combinación de pregunta e
ilustración.
|
Ejemplo de las primeras palabras del segundo caso, las elecciones de la
Junta.
|
"¡Dos
cosas son esenciales para presidir nuestra Junta: Capacidad y lealtad!
Permítanme decir lo que pienso de Mary Miranda".
|
Esta es una declaración directa.
|
Ejemplo de las primeras palabras del tercer caso, fomentar un trabajo de
calidad.
|
"¡Los
años de vida de un hombre, dedicados al servicio de una empresa, son los
cimientos de un monumento al trabajo!"
|
Esta es una ilustración y una
declaración directa.
|
Prepara
un saludo (opcional)
A muchas
personas les parece ridículo, aburrido y absolutamente innecesario que cada
orador salude al auditorio cuando un maestro de ceremonias o presidente de
reunión lo hizo formalmente en nombre de todos, o cuando la reunión ya está en
progreso, tal vez pienses que te sentirías mejor si antes de tus primeras
palabras 1) saludas al público y 2) mencionas brevemente de qué les vas a
hablar.
Es tu
decisión y, en todo caso, una opción que tienes derecho de tomar. En tal caso,
sé breve. Los auditorios se aburren y distraen con más de un saludo. Cuando es
innecesario, saludar se convierte en un factor de distracción nada conveniente.
Dos
opciones:
1 "¡Señoras y señores, tengan todos ustedes muy
buenas noches!"
2 "¡Amigos, tengan muy buenas tardes!"
Los elementos
indispensables de un saludo: Aprecio, comprensión, interés y respeto. Por
ejemplo:
"Aprecio su asistencia. Comprendo que su tiempo es valioso. Por eso,
entremos de lleno al asunto que nos interesa..."
Decide si usarás un tratamiento especial (opcional)
Se llama tratamiento a
las palabras o frases que se acostumbran usar en ciertas asambleas. En caso de
que desees usar un tratamiento, estás en la obligación de averiguar localmente
qué es lo que se acostumbra, porque lo que en una zona puede parecer normal o
innecesario, en otra podría considerarse como falta de respeto. Sería un error
de mi parte decirte exactamente cómo decirlo. Las reglas de etiqueta son más un
asunto de capricho, impuestas con base en tres temores básicos: temor al qué
dirán, temor al ridículo y temor al fracaso. Por eso los más audaces prefieren
evitarlo y entrar de lleno en el asunto sin saludar a nadie. Esto último es lo
que más recomiendo.
Por otro
lado, en caso de duda, sé breve y menciona, por lo menos, a la persona más
importante. Hasta pudiera ser apropiado en algunos casos mencionar en orden
jerárquico o de importancia a una o dos personas más. Solo evita soltar un
rollo. Mencionar a más de dos o tres tornará aburrido el comienzo, reflejará
incompetencia (porque debilita el impacto inicial) y hiere la susceptibilidad
de aquellos a quienes olvides mencionar. Si mencionas a una sola persona, o a
dos o tres, todos entenderán que es imposible decir el nombre de todo el mundo,
que comprendes que el tiempo es valioso y que sabes que sería mejor evitar
meter la pata mencionando a seis o siete personas y pasar por alto a alguien
que debiste mencionar.
El
tratamiento es un asunto de costumbres locales. De todos modos, si se trata de
un discurso personal decídelo tú, y si actúas como vocero o representante de un
grupo, deja que lo decida el grupo.
Por ejemplo,
en la mayoría de los casos basta con un tratamiento sencillo:
"Señor Director de(l orfanato ); especialistas y
auxiliares, señoras y señores..."
"Señora Presidenta de la Junta, Roberta Akis, amigos todos..."
"Señor Presidente del Directorio de Backs & Fronts, señoras y
señores..."
Preparar y ensayar el discurso al revés, de la conclusión a la
introducción, tiene las enormes ventajas de permitirte fragmentarlo y tomar
mayor conciencia de cada sección, tomándole tiempo como un todo independiente y
terminado.
•SEXTO PASO:
ENSÁYALO HASTA ASIMILARLO
Si puedes,
ensaya con un cronómetro en mano y una grabadora
Si vas a exponer dentro de algunos días, significa que tendrás algún tiempo
para prepararte. En tal caso, te sugiero seguir un sencillo régimen de ensayo
de comprobada eficacia, uno que te deja tiempo para otras cosas y que, al mismo
tiempo, te permite hacer un trabajo profundo y quedar muy bien con el
auditorio. Ensaya cada sección por separado siguiendo
estrictamente las instrucciones.
Día 1
|
Prográmate
usando tu imaginación. Aparta 1 hora de la noche solo para pensar en tu objetivo y, al ir
a dormir, dale vueltas en la mente. Hasta que te venza el sueño, vive de
antemano en tu imaginación el objetivo cumplido exitosamente. Eso programará
tu sistema automático del cerebro.
|
Día 2
|
Ensaya el
final del discurso. Aparta
1 hora de la noche a repetir las últimas palabras tantas veces como puedas, sin
mirar papel alguno, y al acostarte, hazlo en la cama hasta que te venza
el sueño. Si te da insomnio, ¡mejor! Ensayarás más veces.
|
Día 3
|
Ensaya el
orden de ideas de tu argumento. Aparta 1 hora de la noche a ordenar tus ideas
siguiendo una de las fórmulas mencionadas en el cuarto paso. Resúmelas
mentalmente, luego escribe dos o tres palabras claves que te las recuerden. Evita
redactar todo el discurso. Al acostarte, sigue pensando en el orden de
ideas. Piensa en la segunda idea como si fuera un puente que une la primera
idea a la última.
Piensa en
preguntas interesantes que podrías hacerle al público durante la exposición y
en alguna experiencia o caso verídico que te sirva para ilustrarles el punto
claramente.
Dedica
todo el tiempo a repetir el orden de ideas. Usa diferentes palabrascada
vez. Evita repetir las mismas palabras vez tras vez. Por ejemplo, si una vez
dijiste "persona", la próxima di "individuo", y la
próxima "alguien", porque lo importante es memorizar ideas en vez
de palabras. Al acostarte, aplica la misma técnica de darle vueltas en tu
mente hasta que te venza el sueño.
|
Día 4
|
Ensaya el
comienzo del discurso. Aparta 1 hora de la noche a escribir, palabra por palabra, el comienzo
del discurso y repetirlo tantas veces como puedas, sin mirar el papel,
y al acostarte, hazlo en la cama hasta que te venza el sueño. Si te da
insomnio, ¡mejor! Ensayarás más.
|
Día 5
|
Ensáyalo
todo junto. Aparta
1 hora de la noche a repetir todo el discurso desde el comienzo hasta el
final tantas veces como te sea posible, sin mirar papel alguno. Mejor si
puedes hacerlo de pie en una habitación oscura.
|
¿Y los
nervios?
Aunque todo
el mundo reconoce las bondades de las técnicas de relajación, en la práctica,
las personas que tienen que hablar en público sienten tanta ansiedad que
difícilmente consiguen relajarse realmente. Por eso prefiero sugerirte que, sin
importar si sientes nervios o te sientes bien, aproveches cualquier emoción de
temor o nerviosidad, para que trabaje a tu favor, ayudándote a descollar en tu
desempeño. ¿Cómo así? ¡Tienes que tomar conciencia de lo fabulosa que es tu
mente profunda!
Un secreto
del organismo humano
El Dr.
Daniel Goleman, director de la sección científica del New York Times y ex
profesor de Harvard, explica, en parte, lo que ocurre cuando la mayoría de las
personas sienten miedo. Te ayuda a entender que una maravillosa pieza
bioquímica llamada amígdala que hay en tu cerebro actúa inmediata y
armónicamente con tu hipocampo interconectado, dirigiendo ciertas células que
emiten unas señales neurotransmisoras por todo el organismo, especialmente
hacia el sistema cardiovascular (corazón), kinestésico (muscular) y digestivo
(visceral), y libera una hormona llamada dopamina, la cual agudiza nada menos
que tu capacidad de prestar atención.
Por eso,
contrario a lo que la mayoría cree, lejos de perder fuerza y capacidad para la
acción eficaz, cuando el ser humano siente temor, se activa su fabuloso sistema
de reacción automática. Todos tus recursos físicos y mentales interconectados
se preparan como un ejército para una emergencia, por si se requiere una
reacción extraordinaria. Por ejemplo, tus ojos y oídos pueden rastrear
inmediatamente, como un gato, y tu mente busca los pensamientos, sensaciones y
emociones que necesitas, y sucede un milagro: tu memoria se reorganiza en un
parpadeo y viene en tu rescate con los conocimientos y recuerdos que necesitas.
Tus ideas viajan a la velocidad del rayo por miles de hilos conductores en el
cerebro. Tus intestinos, hombros, cuello y cuerdas vocales reciben el impacto
de la tensión, y tu corazón acelera sus latidos enviando más sangre y oxígeno a
los músculos. Tu mente se pone como una locomotora que funciona a toda máquina,
pensando en los riesgos y las opciones que tienes. ¡Sí! ¡Tu naturaleza puede
hacer todo eso automáticamente en un segundo!
En otras palabras, cuando estás bajo tensión tu máquina bioquímica puede
funcionar en todo su potencial. ¡Mismo McGyver! Por eso es tan importante que
te pongas en positivo en vez de ocupar el canal unidireccional de tu mente con
pensamientos negativos. Lógicamente, de ninguna manera estoy recomendándote que
te pongas en tensión. Lo ideal es la relajación. El problema es que, ante la
dificultad de relajarte completamente, es mejor tener un As bajo la manga: tus
reacciones bioquímicas naturales activadas por el temor, que, aunque parezca
mentira, pueden añadirte energía para una acción eficaz cuando tengas que
hablar en público con elocuencia y persuasión.
•SÉTIMO PASO:
REDÁCTALO
Opino que la
redacción del discurso es el último paso en la preparación, porque es más fácil
ponerlas detalladamente por escrito después de tener las ideas claras y
ensayadas. Si lo haces al revés, llenarás varios cestos de papeles y seguirás
estancándote en los primeros párrafos. El régimen de ensayo paso a paso que te
sugiero está diseñado para poder hablar sin papel. Lo que practico es lo que
enseño. Jamás he enseñado una teoría que sea inaplicable.
Además, te
conviene tener un archivo de tus discursos, ya sea para seguir haciéndole
mejoras hasta el último momento, para leerlo palabra por palabra, para repartir
copias, para preparar separatas, para publicarlos individualmente o compilarlos
en un libro, para entregarlos al periodismo, para que las generaciones
familiares venideras te conozcan.
Salvo que
alguna norma o algún problema de salud te lo exija, es mejor hablar sin leer.
La presentación extemporánea, es decir, exponer a partir de un bosquejo mental
de tus ideas, sin leer palabra por palabra, es conveniente por varias razones:
Puedes adaptarte a las circunstancias si surge un
imprevisto.
La idea permanecerá intacta aunque añadas o quites algunas cosas.
Si olvidas alguna porción, es probable que nadie se dé cuenta.
Tus expresiones transmitirán naturalidad.
El auditorio te respetará más.
Persuadirás con más facilidad.
Escríbelo
personalmente
Jamás le he
preparado el discurso a nadie, ni pienso hacerlo en el futuro. Puedo ofrecer
algunas ideas a quienes tengan una emergencia, tal como un rescatista ayudaría
a alguien que está en peligro, aunque siempre estimulo a la persona a hacerle
añadiduras y enmiendas para hacerlas suyas. Soy un convencido de que es mejor
que cada persona hable con su propia boca, con sus propias cualidades e
incorrecciones. Siempre he preferido ayudar a mis alumnos a mejorar su
presentación a partir de una idea en la que ellos mismos hayan pensado. Si un
padre le hace la tarea a su hijo, ¿de qué manera lo ayuda? ¿De qué manera le
enseña a ser autosuficiente? ¿De qué manera lo libera de sus temores?
Usando un
lápiz y papel, o una máquina de escribir o teclado de computadora en buen
estado (configurado en tu idioma), te estimulo a escribir personalmente tu
discurso, desarrollándolo poco a poco, línea por línea. Algunos exponen su
discurso en voz alta y los graban, para entregar el material a alguien que lo
convierta en un texto mecanografiado.
Naturalidad
Aunque nadie
negaría que el lenguaje y la gramática son importantes, es más importante ser
una persona genuina, con todos sus defectos. Hablar con palabras sencillas
jamás te meterá en dificultades. Si mandas preparar el discurso a tu
secretaria, porque piensas que así sonará mejor, podrías perder la naturalidad
que necesitas para ganarte el respeto del auditorio y persuadirlo. Porque los
que te conozcan, los que saben cómo hablas en verdad, se darán cuenta de que
son palabras de otra persona. Por eso digo que siempre es mejor que tus
palabras suenen sinceras a pesar de tus defectos.
Desarrolla
tu bosquejo
Ya sea para
redactar tu discurso personalmente o grabarlo en voz alta para que alguien te
lo mecanografíe, ten a mano el bosquejo de ideas y desarróllalo palabra por
palabra.
Ten en cuenta que 5 segundos, hablando a una velocidad normal, equivalen a
una línea de texto mecanografiado en formato normal de 12 puntos en Word
aproximadamente, y que cada minuto equivale a 12 líneas de texto
aproximadamente. Aquí te muestro un cuadro de equivalencia que dará una idea:
1 línea
|
5 segundos
|
14 palabras
|
12 líneas
|
1 minuto
|
168 palabras
|
|
2 líneas
|
10 segundos
|
28 palabras
|
24 líneas
|
2 minutos
|
336 palabras
|
|
3 líneas
|
15 segundos
|
42 palabras
|
36 líneas
|
3 minutos
|
504 palabras
|
|
4 líneas
|
20 segundos
|
56 palabras
|
48 líneas
|
4 minutos
|
672 palabras
|
|
5 líneas
|
25 segundos
|
70 palabras
|
60 líneas
|
5 minutos
|
840 palabras
|
Aprox. 1 pág A4
|
6 líneas
|
30 segundos
|
84 palabras
|
72 líneas
|
6 minutos
|
1008 palabras
|
|
7 líneas
|
35 segundos
|
98 palabras
|
84 líneas
|
7 minutos
|
1176 palabras
|
|
8 líneas
|
40 segundos
|
112 palabras
|
96 líneas
|
8 minutos
|
1344 palabras
|
|
9 líneas
|
45 segundos
|
126 palabras
|
108 líneas
|
9 minutos
|
1512 palabras
|
|
10 líneas
|
50 segundos
|
140 palabras
|
120 líneas
|
10 minutos
|
1680 palabras
|
Aprox. 2 pág A4
|
11 líneas
|
55 segundos
|
154 palabras
|
132 líneas
|
11 minutos
|
1848 palabras
|
|
Para exponer
en público, ya sea hablando extemporáneamente a partir de un bosquejo o leyendo
todo el discurso en voz alta, te sugiero usar párrafos cortos. Numéralos. Los
párrafos extensos y sin numerar son más difíciles de visualizar. Los recuadros
ayudan a los ojos a visualizar una porción clave más rápidamente.
Idioma: Casi todo idioma tiene reglas. Sin
estas ocurriría tal desorden que terminaríamos sin entendernos, que es lo que
sucede cuando cierto grupo discrimina a otro mediante el uso de habla codificada
para que solo los miembros de dicho grupo la entiendan. Por otro lado, hay
reglas que pueden ser flexibles. Por ejemplo, los poetas se toman lo que se
conoce como 'licencia poética' para violar algunas reglas y destacar cierta
expresión.
En realidad,
todos violamos en mayor o menor medida las reglas del lenguaje a cada rato
cuando hablamos o escribimos. Cierto día pesqué a un doctor en Lengua y
Literatura metiendo la pata. De modo que, de ninguna manera pienses que tienes
que tomar un curso de lengua y literatura para poder dar un discurso. La
libertad de expresión se concede a todo ser humano, al margen de su
conocimiento de las reglas de la gramática del idioma que habla. Yo jamás
estudié gramática ni tomé clases de redacción ni de 'impostación vocal' para
decir o escribir lo que pienso y siento.
De igual
manera, a pesar de que tal vez consideres que tienes algunas limitaciones,
siéntate y comienza a escribir tu discurso sin preocuparte demasiado de cuántos
"que" uses en la misma línea, cuántas "comas" necesita
cierta oración, o cuándo cambiar de párrafo. Los que están obligados a seguir
las normas gramaticales son aquellos que dicen que las dominan. Ten presente
que la libertad de expresión de ninguna manera está reservada para los que han
estudiado gramática.
Imagen
La imagen o
presentación de tu documento puede mejorar mucho si usas un procesador de
texto, como el programa de Microsoft Word. A medida que escribes, puedes
presionar la tecla F7, y el equipo te ofrecerá sugerencias de
corrección. Usa dichos datos como pautas generales. En caso de
querer decir una misma idea de otra manera, presiona MAYÚSCULA y F7 al
mismo tiempo. El programa te ofrecerá varias alternativas. Y si quieres contar
las palabras y los párrafos, haz click en HERRAMIENTAS y
escogeCONTAR PALABRAS.
Además, la
barra de herramientas de la parte superior de la pantalla te puede ayudar mucho
más. Por ejemplo, en ARCHIVO, puedes CONFIGURAR o
diseñar tu página, tener una VISTA PRELIMINAR y GUARDAR
COMO, que te sirve para archivar el documento. En FORMATO puedes
cambiar la FUENTE o el tipo y tamaño de las letras, y mejorar la
presentación de cada PÁRRAFO. Solo haz click y comienza a experimentar el
placer de escribir tus propios discursos.
Correctores
de pruebas: En todo
caso, si a pesar de todo quieres o necesitas que tus palabras luzcan casi
perfectas sobre el papel, existen los correctores profesionales. Te puedo
recomendar uno. Por ejemplo, busca en Internet
http://www.escritores.org/correccion/index.htm. Selecciona la opción CORRECCIÓN
ORTOTIPOGRÁFICA DE TEXTOS LITERARIOS Y NO LITERARIOS y averigua sus
condiciones. Oratorianet de ninguna manera recibe absolutamente ninguna
comisión por pasarte este dato.
HTML: Si quieres publicar tu discurso en
Internet, tal vez te convenga pasarlo al lenguaje HTML, uno de los idiomas
electrónicos más usados para envíos de texto. Solo tienes que ir a la barra de
herramientas, en la parte superior de la pantalla, presionar ARCHIVO y GUARDAR
COMO HTML. El equipo lo traducirá y guardará automática e inmediatamente en
dicho lenguaje.
Bibliografia:
http://www.ciudadseva.com/textos/usc/discurso.htm